La interrogante

Para aquellas personas que nunca ha utilizado un diario en su vida, empezar desde cero a escribir las cosas que les suceden le puede resultar difícil... Si, porque ese tipo de gente no estamos acostumbrados a llevar cuenta de las cosas que nos pasan o nos llegan a la cabeza para luego expresarlas. Somos convenientemente espontáneos para acordarnos, pero peligrosamente perezosos como para plasmar esas memorias.

De ahí que lo primero que me surje es la interrogante de qué voy a escribir para que esto no parezca un artículo de un periódico y tenga sentido de blog. ¡Qué difícil! Pues para tratar de responderme me puse a navegar a través de blogs de otras personas (todas las que aparecen enlazadas en el blog de Darío). Y aunque encontré muchas cosas chulas y muchas formas de pensar muy interesantes, me inquietó el hecho de no ser original. ¡Qué vaina! Quiero empezar a hacer algo que nunca he hecho, hacerlo bien y ser original. De verdad que no quisiera ser uno de los tantos que empieza un blog y las telarañas cibernéticas encuentran en él un ecosistema agradable.

Eso me puso a pensar en algo productivo que se puede hacer en un blog: darle seguimiento a proyectos. Soy uno de esos escasos seres vivos [dicho de la forma más sarcástica que se pueda imaginar] que se idea numerosos proyectos, y tiene la valentía de emprendar un gran porcentaje de ellos, pero que en una mano le sobrarían varios dedos si cuenta los que ha finalizado exitósamente. Así que voy a incluir dentro de los objetivos de mantener esto activo, darle seguimiento a los proyectos para tratar de finalizarlos.

Ahora tengo una nueva interrogante: ¿cuáles proyectos serán esos?