lunes, marzo 30, 2009

El ser humano y los perros

Nunca había tenido perros hasta que me mudé con Rocío, que ella tiene 2 perritos de esos de juguete que se tienen en apartamentos. Como se pasaban la mayor parte del tiempo trancados, ya tenían identificado un lugar dentro de la casa para hacer sus necesidades, pero luego de dos mudanzas y que yo no soporte ese tipo de cosas, los hemos acostumbrados a sacarlos (o sea, YO los tengo que sacar) dos veces al día para que orinen y caguen. Realmente no me molesta hacerlo, pues se ponen muy contentos cada vez que me ven tomar las correas para salir.

Como estoy de vacaciones hace una semana, se me ocurrió que bajar la barriga que viene con el matrimonio era una muy buena idea; así que diariamente aprovecho también para llevarme los perros a darle una vuelta al Jardín Botánico por fuera - no entiendo porqué no permiten animales dentro -.

Es sorprendente el efecto que causan los perritos en la gente:

- A todos los niños les encantan... pero de lejos. Desde que los perros se van a acercar, les tienen miedo.
- Casi todas las jóvenes y adolescentes me piden que les regale uno. Mientras que los varones de esta misma edad parecen ser indiferentes.
- Las mujeres *siempre* sonríen al ver los perros, y algunas ponen esa vocecita que no sé describir, pero digamos que es "tierna" para decir: "Aaaay que pechochos" ó "Mira que coshita tan besha".
- A todos los hombres les da igual ver un perro o no, ni siquiera si lo lleva una mujer; llegué a pensar que el problema era yo :)
- En las personas mayores, de ambos sexos, el resultado es el mismo: le encantan los perros. Algunos a veces me comentan que tienen uno "de esos". Lo cual es curioso, porque yo mismo no sé exactamente de cuáles de esos son nuestros perros. Supuestamente uno es una liga de Lahsa Apso y Poodle, y la otra es Chitsu (tuve que valerme de Google para escrbir esas "marcas" de perro correctamente).

También me he encontrado con una que otra persona que también tiene perro(s). Si el perro es de juguete al igual que estos, se paran y dejan que los caninos socialicen, y ponen algún tema referente a ellos. Excepto por uno, (cuya raza desconozco, pero se parece un poco al Pug de Men In Black, pero es más grande) que se llama Paco, y que la dueña corre con él todo el parque Botánico, pero que es demasiado inquieto y los míos (Max y Channel) le tienen miedo.

El jueves pasado iba con ellos y veo un tipo con un Rottweiler como de 190 libras y cuando el tipo me ve acorta la cadena y empieza a hacer fuerza. "Me jodí", fue lo único que me llegó a la cabeza. Efectivamente el perro empezó a forzar, halando la cadena, para volarnos arriba, pero el dueño lo logró controlar y siguió su camino sin decir palabra.

Lo que sí me es curioso es que gustándole tanto los perros a las personas, hayan tan pocos perros acompañándolos cuando salen a dar, literalmente, un paseo por el parque...