viernes, agosto 18, 2006

Mis vacaciones - Parte VI

La estadía en Boston, siempre es tranquila. Es una ciudad donde me encantaría vivir, pero nunca hago desarreglos muy grandes. Duré una semana completa en familia. No muchas salidas, algunas compras más de mi madre, mucho comer, una mudanza de mi prima, que me dejó 2 días con dolor de espalda, etc. Lo único peculiar fue un ejemplo que di el día antes de volver a la isla: después de la iglesia, nos fuimos a comer a un sitio que se llama Boston Market, que parecen chinos (la comida es mucha y barata), y aún así salí caro. :)

Doña Elba envió una caja de lavadora REPLETA hasta el tope, por un servicio de esos de carga, y aparte una cajita con unos pisos dizque para la habitación de las nietas (la que está y la que viene en camino). Cuando nos íbamos cargábamos (aparte del envío de Florida y el de Boston) con 4 maletas por correa y una maleta y un bulto de mano, mi laptop (que iba en un backpack) y un DVD que le llevaba a un pana.

El viaje a la isla fue flawless (qué suerte que viajamos antes de las prohibiciones estas debido al terrorismo); desde que llegué me sentí dominicano: no había aire en el área donde uno recoje las maletas, y 2 de los empleados del aeropuerto me preguntaron si no les traje "algo".

Durante la semana en la oficina me tenían todo el trabajo de las vacaciones guardado para mi solito. Como no pude inscribirme en la universidad desde allá, ya que Intec cambió la forma de pago y quitó el pago de la inscripción por teléfono, y tenía clases al otro día de llegar, tuve un martes fatal, y el miércoles y el jueves ni se diga.

Luego el viernes arranqué para el Occidental Grand Flamenco Punta Cana, que no sé porqué cojollo queda en Bávaro si se llama así. Es la primera vez que voy a Bávaro, y como me salió gratis con las millas de la tarjeta, pues pensé que ese iba a ser el descanso de las vacaciones.

¡Pero que va! Allá conocí un grupo de españoles (Mercé, María Jesús, Yuly, Adaya, Toni, Javi, Jose, Sergio, Richard & Sara, Javi & Beatriz) y a una pareja de mexico-estadunidenses (Claudio & María) que estaban de luna de miel, y eso fue un solo beber. ¡Diablos! Todavía el lunes cuando bebía agua me sabía a Vodka. El sábado nos fuimos para Mangú (la disco) y acabamos como a las 4 de la mañana, y el domingo, aunque el checkout era a la 1:00pm, arranqué para la capital a las 10:00pm y ya a la 1:00AM estaba durmiendo. ¡Qué fin de semana!

¡Qué forma de finalizar unas vacaciones! Lo único malo es que va a ser difícil mejorarlas.